Cada año, en la tercera semana de noviembre, medio mundo celebra la llegada de un vino joven, frutal, ligero y efímero: el Beaujolais Nouveau. Pero detrás de las fiestas, las etiquetas coloridas y el famoso “Le Beaujolais Nouveau est arrivé!”, hay una historia repleta de prohibiciones, éxitos, escándalos y reinvención.
