“La embriaguez no se improvisa. Es competencia del arte, que exige dar y cuidar. Beber sin ton ni son no lleva a niguna parte”. Creo que ya he citado esta frase antes, cuando hice la reseña del libro de Amélie Nothomb, Petronille…
Si te digo que ha llegado a mis manos una novela que sabe a burbujas, ¡¿me lo creería?! Y se te dijera que deberías leerlo bebiendo champagne, ¿lo harías? Así es Pétronille, de Amélie Nothomb. Un libro divertido, bien humorado que invita a cualquier lector entusiasta a beber champagne mientras lo lee.