Seguimos con indicaciones vínicas para esta temporada. Como libros hay muchos, y vinos ni te cuento… he hecho otra selección de libros y vinos que poco o nada he hablado anteriormente aquí pero que también constituyen imprescindibles en mi colección. Alguno más sesudos, otros más amenos… pero todos dignos de maridaje.
Hace unos meses he comentado aquí acerca de la novela Pétronille de Amélie Nothomb; una novela rica, intrigante, bien escrita y regada a mucho champagne. Sí, Amélie me ha abierto el apetito para más de sus libros y por los champagnes que tanto comentas.
Hoy quiero hablar de un gran escritor que tiene todo que ver con España, con Navarrra, con el vino, con los toros. Aunque no sea nativo de aquí, como mucho de nosotros no somos, el amor por este país, por su cultura y tradición le hizo publicar uno de los libros más brillantes del siglo…
Como ya hemos hablado de la tempranillo, hoy quiero vinalogar más con una novela que me ha tocado mucho, “el hijo de la vid”.
La literatura y el vino nos permiten cruzar fronteras, ampliar nuestros horizontes, viajar cruzando barreras temporales, asomar nuestra mirada a otras vidas, a otras miradas e incluso a nuestro mundo interior.
Porque la semana pasada fue su semana, la semana de la Garnacha, creo que hoy deberíamos hablar sobre ella. Pero es cierto que Vinálogos y sus vinalogadoras han escrito mucho acerca de esta cepa, porque no jugar al mismo juego dela cabernet sauvignon y encontrar referencias garnacheras en las artes, en la literatura.
Mucha gente me pregunta cómo he descubierto que me gustase tanto el mundo del vino. Aquí os dejo un poco de mi historia.