Cuando hablamos de vino y Argentina muchos de nosotros quizás vuelven nuestros ojos a la región más conocida del país: Medoza. Sería quizás al equivalente a La Rioja en España. Pero, ¡¿sabías que existe también una región de vinos en el país que se llama La Rioja?! Elemental, mi caro Watson. Argentina no es solo Mendoza. Y la historia viticultura en las última dos décadas viene probando que, de hecho, Argentina es mucho más que Mendoza…
Pequeña introducción a las regiones Argentinas
Como lo he dicho, en las últimas décadas, los viticultores pioneros han mirado más allá de Mendoza y han descubierto rincones del variado paisaje argentino que se prestan muy bien a la vid.
Al noroeste, en las provincias de Salta y Catamarca, los viticultores experimentan con la torrontés y la cabernet sauvignon en algunos de los viñedos de mayor altitud del mundo (algunos a más de 2.597 metros sobre el nivel del mar). Otros exploran las regiones patagónicas de Neuquén y Río Negro, azotadas por el viento, donde prosperan la pinot noir y el merlot.
Argentina y su sistema de Indicaciones Geográficas
Al igual que la mayoría de los países del denominado Nuevo Mundo, Argentina tiene un sistema de IG. La superfícia de la viña está divididas en 3 regiones, entre las cuales, solo la Patagonia suele verse en las etiquetas de vino. Cada región, se divide en una serie de provincias que, también contienen una serie de departamentos más específicos. Veremos hoy las 4 regiones vitivinícolas argentinas más allá de la famosa Mendoza.
Argentina y sus regiones vitivinícolas
Provincia de Salta
Salta se encuentra en la frontera con Bolivia y es el área vitivinícola más septentrional del país. Esta provincia es el hogar de algunas de las viñas más altas del mundo. Aunque soy consciente que he escrito lo mismo acerca de Bolivia. Aunque estamos hablando de viñas que están a más de 3000 m de altura sobre el nivel del mar.
En Salta, el clima extremo produce vinos de gran pureza y concentración. La torrontés es la uva dominante y produce vinos muy aromáticos, especialmente en la región llamada Cafayate. Ahí, muchas de las bodegas grandes con sede en Mendoza y algunas empresas vinícolas europeas importantes han invertido en esta región por la calidad superior de su Torrontés. Si os apetece vinos tintos, en esta región se cultiva principalmente malbec y cabernet sauvignon.
La Rioja de Argentina
Posee la tercera mayor área de producción de Argentina. La principal área de viña se encuentra en el llamado Valle de Famantina, donde es posible producir grandes volúmenes de uvas en los terrenos irrigados del fondo del valle.
La torrontés es la uva estrella de la provincia, y la variedad blanca más plantada con diferencia. La cabernet sauvignon, la syrah y la bonarda son las variedades tintas más plantadas.
¿Sabías qué? Para evitar posibles confusiones con la región española de La Rioja, los vinos que se exportan generalmente son etiquetados como Famatina.
Provincia de San Juan
La segunda área vitivinicola más grande de Argentina. Los viñedos se encuentran entre aproximadamente 450 y 1400 metros de altura, un intervalo de altitud similar al de Mendoza, provincia vecina, situada al sur (y donde las condiciones son más calurosas y más áridas).
Aquí, la uva estrella, en cultivo y reconocimiento es la syrah. Aunque hay otras variedades que también se cultiva bien. Entre ellas están la malbec (claro), la cabernet sauvignon y la bonarda. Entre las variedades blancas, las más cultivadas son las viognier y la chardonnay.
La Patagonia Argentina
La Patagonia comprende la provincia de Rio Negro y la provincia de Neuquén, la cual es relativamente nueva desde el punto de vista vitivinícola. Con viñas situadas entre los 200 y 250 metros, aquí la influencia del enfriamiento no proviene de la altitud, sino de la latitud.
Los vientos fuertes del desierto representan un desafío para los productores de uva, pero la baja precipitación y una gran variación de temperatura diurna determinan que la incidencia de las enfermedades sean bajas. Los días largos, con muchas horas de luz, y las noches frescas originan vinos con sabores de fruta concentradas, pero fresca, y de acidez media a alta. La sauvignon blanc, la pinot noir, la malbec y la merlot son todas variedades de uvas capaces de dar vinos de calidad superior en Río Negro. El potencial de Neuquén está aún siendo explorado.
¡Chinchín!