La literatura y el vino nos permiten cruzar fronteras, ampliar nuestros horizontes, viajar cruzando barreras temporales, asomar nuestra mirada a otras vidas, a otras miradas e incluso a nuestro mundo interior.
El Amarone es un vino singular, complejo, con gran intensidad en boca que en muchas de sus versiones se disfruta mejor a bocados que a sorbos.
Un clásico, un imprescindible, un vino que debemos probar no solo una sino muchas veces durante nuestra vida, así es el Brunello di Montalcino. “El vino toscano”, monovarietal de sangiovese, quizá el más conocido de Italia junto con el Barolo y el Chianti.
En cierta medida, puede ser un vino correcto, bien hecho y con un mensaje escrito en prosa, pero hace parte de nuestro entorno, de nuestras emociones y de nuestro viaje de vida, el leerlo en clave de verso.
Ayer, miércoles 18 de septiembre, se celebró el día Internacional de la Garnacha, así que hoy vamos a celebrarlo, haciendo un recorrido por una DOP que ha encumbrado esta variedad y la ha hecho muy suya: la DOCa Priorat.
Ser sommelier es disfrutar del mundo del vino y la gastronomía, es querer compartir un estilo de vida, una actitud en estado líquido, es llevar con honradez y orgullo una profesión que como pocas, es fusión de gastronomía, cultura y arte.
Xinomavro es sinónimo de complejidad, es una variedad versátil, vigorosa y carismática. Hegemónica del norte del país heleno, especialmente, en Macedonia.
Grecia es riqueza varietal, legado histórico de nuestra civilización, es vino y es cultura. Vamos a hacer un viaje enocultural por el país de Dionysos.
Yo soy garnacha pero también garnachera. Esta variedad mediterránea, multifacética, sociable y compleja la podemos disfrutar en vinos tintos secos, dulces y espumosos.
