Hoy vamos a cruzar el continente y hablar de una varietal distinta. Tuvo sus orígenes aquí en Europa pero, hoy por hoy, ya no reside aquí, sino más bien en un país productor de vinos en Sudamérica. Estoy hablando de la carménère, la uva insignia de Chile. Por cierto, sabías que dicha uva fue confundida con otra cepa francesa muy conocida.
La uva
Lo primero es que carménère es una uva. Aunque hay gente que dice que es un vino. Bueno… es un vino elaborado con esta uva. Sus aromas son sorprendentes, principalmente para los españoles que no están acostumbrados a una uva con aromas tan distintos. Sus aromas más característicos son los aromas afrutados a frambuesa, a veces, como describe Madeline Puckette, hay un aroma más característico a salsa de frambuesa, a la cereza y algún toque mineral y de pimiento verde que recuerda por veces la cabernet sauvignon y la merlot.
Nota histórica
La carménère es una uva autóctona de Francia, pero hoy en día ya es considerada también autóctona de Chile. En Francia apenas quedan cepas. Son más de 100 años de historia a que se remonta la expansión de esta cepa en Chile. Concomitantemente con la extinción de la misma en tierras Europeas. Pero, ¿qué ha pasado para que esto sucediera?
La carménère en Chile
En el siglo XIX, cuando esta cepa dominaba lo suelos franceses de Burdeos, una plaga muy conocida arrasó con ella y muchas otras variedades: la filoxera. La filoxera destruyó plantaciones enteras de carménère, y como sabemos, también plantaciones de malbec, merlot, cabernet sauvignon, cabernet franc, etc.
Eso forzó a muchos agricultores de la época a empezar nuevamente sus plantaciones, sus esfuerzos han rendido fruto para la mayoría de las cepas citadas anteriormente, pero la carménère desafortunadamente ya no logró adaptarse a los fríos primaverales y tempranas lluvias de otoño de Burdeos.
Resurrección
Más de 100 años pasaron y la carménère revivió en la zona central de Chile. ¿Cómo? Una década antes de que la plaga afectara a Francia y a toda Europa, unas pocas cepas de esta varietal fueron llevada por enólogos europeos a América. La mayoría de ellas emigraron a Chile alrededor de 1850. Curiosamente, dicha cepa se plantó juntos con otras variedades, la merlot y la cabernet sauvignon. Dadas sus similitudes, durante años la carménère fue vendida como una de estas dos cepas, en general como si fuera una merlot.
Hasta 1991 la cepa siguió siendo confundida y mezclada con la merlot. Eso hasta que el ampelógrafo francés Claude Vallat indicó que un tipo de merlot producido en Chile no era la merlot que nosotros conocemos. Sino que se trataba de otra cepa que habría que tratar de descubrir cuál. Dos años más tarde, Jean Michel Bouriquot fue quien concluyó que la cepa en cuestión era la carménère, ¡una uva que se creyó extinta durante casi un siglo!
¿Te gustó la historia…?
Pues atento que ya te contaremos más acerca de esta cepa.
¡Chinchín!