Hace años que vengo visitando Italia, intentando descubrir un poco de sus vinos. No sé si sabéis pero tengo familia de allí. Fue en 2013 cuando emprendí mi primer viaje en busca de conocer un poco de mis raíces. Y esta búsqueda me llevó hasta el Véneto, el corazón de donde procede este vino tan fantástico: el Amarone.
El Amarone tiene un sabor característico que recuerda mucho el vermut. Su gran secreto, de cómo llegar a un vino en estas condiciones está en su elaboración, que difiere en muchos aspectos del vino tranquilo tradicional. ¿Y cómo se elabora? No te preocupes. Lo vamos a explicar todo.
20 años de matrimonio
Cuenta la leyenda que el Valpolicella es uno de estos vinos que nos regalan el día de nuestra boda, y hay que cruzar los dedos para que el matrimonio dure 20 años para poder abrirlo y celebrarlo.
Como describe Madeline Puckette, el Valpolicella es uno de estos vinos que, una vez que lo pruebas, acabas diciendo: “de Holy-Jesus-I-May-Now-Die-Complete”. Bromas aparte, no puedo discordar de su comentario. A los aficionados al vino, yo les digo que este es uno de los vinos que debe estar en la lista de los vinos que hay que probar antes de morir.
Pues tratemos de analizar de qué tipo de vino estamos hablando aquí y por qué es tan especial.
Historia del Amarone y de la DOCG
Es hora de una rápida lección de historia: en 1963, el gobierno italiano adoptó un sistema de etiquetas de garantía de calidad para sus productos alimenticios, especialmente vinos y quesos. Las etiquetas califican que la autenticidad y calidad de un producto está marcado por unas pautas, que determinan su procedencia, métodos de producción, etc. Dichos productos tienen también una escala de calidad; las famosas IGT, DOC, y hasta DOCG. Hoy por hoy, solamente unos pocos vinos se convierten en DOCG (Denominazione di Origine Controllata e Garantita), y Amarone della Valpolicella se convirtió oficialmente en uno de ellos en 1968.
Después de otorgarle el título de DOCG, muchos viticultores, productores, etc. añadieron muchas reglas acerca de cómo plantar, como producir y hasta la ubicación de los viñedos.
Pero lo más importante para saber acerca del Amarone es su método de producción llamado pasificación.
Aromas y sabores
Amarone por ser un vino que no se elabora con los métodos normales de vino tranquilo, posee una paleta aromática completamente diferente de lo esperado a cualquier vino seco.
Cuando lo pruebes, espera aromas audaces de licor de cereza, higo negro, algarroba, canela y salsa de ciruela, junto con notas sutiles de pimienta verde, chocolate. ¿Suena intrigante? En el paladar, los vinos Amarone a menudo tienen una acidez media a alta, con un alto contenido de alcohol y sabores a cereza negra, azúcar morena y chocolate.
Por cierto, cuanto más viejo sea el vino más sabores de azúcar moreno, melaza e higo pueden tener.
La cata
Catar un Amarone es una experiencia fascinante. Si quieres estar seguro, decante el vino y sírvalo en copas de gran tamaño para recolectar sus aromas. Por lo general, los vinos más jóvenes pueden servirse justo por debajo de la temperatura ambiente y los vinos más viejos ligeramente más frescos. Esperemos que estas sugerencias te lleven a la botella perfecta. ¡Chin chin!