Este domingo 3 de Mayo celebramos el Día de la Madre en España, nuevamente de manera atípica. Que no sea ese un motivo para dejar exaltar, un día más, ese maravilloso privilegio que es ser mamá.
Muchos de nosotros estamos lejos de nuestras madres, sin poder abrazarlas o expresar nuestro más profundo amor y agradecimiento por el mayor de los regalos que nos han hecho: nuestra vida.
Nuestra vida, el tiempo dedicado, las vivencias compartidas, ese trayecto de vida que, como en el vuelo de una mariposa, pasó de cuando nos sostenían y acunaban a aquel momento en que sin darnos cuenta nos soltamos de la mano para estrechar unos hilos invisibles, que nos permitieron trazar nuestro propio camino y emanciparnos.
Hoy como todos los años, vamos a hacer un homenaje a nuestras madres y a lo que representa ser mamá: mujeres soñadoras, trabajadoras, luchadoras, tenaces, creativas, inspiradoras, exhaustas, “multitasking”, y un gran etc.
Como no podemos quedar para ir a comer, para celebrar, para hacerlo como lo solemos hacer, entonces os propongo unas cuantas ideas chulas para regalar.
Un regalo único
La maternidad es asumida por cada mujer de manera única, con nuestra historia, nuestro carácter, muestras costumbres y modo de vida. Cada madre vive una experiencia distinta.
Cada madre define como vivir su maternidad, no obstante, un elemento común es ese ambivalente estado de satisfacción, agradecimiento y propósito, aún estando exhaustas o frustradas por cualquier tema cotidiano.
El Día de la Madre es cada día: se replica y es sempiterno con cada fiebre curada, con cada beso dado, con cada historia contada, con cada éxito celebrado, con cada etapa superada, con cada uno de los innumerables momentos que nos llenan la vida.
Aunque cada día sea el día para regocijarnos por la bendición de ser madres y de felicitar a las nuestras, ¡vamos al tema!
Una serie de propuestas para obsequiar u obsequiarnos en el Día de las Madres. Y como el mundo del vino es extenso y variado, ¡hala!, a elegir entre tantas posibilidades.
Opciones para el Día de la Madre
Para gustos los colores, así que vamos a variar opciones. Si se trata de vinos, podemos regalar geografía en botella de España o del mundo, que con el cambio climático y otros temas, que ahora no vienen a cuento, se sigue ensanchado.
Pero vamos, que de vinos ya tenemos seguramente nuestros gustos.
Eso sí, si estás buscando una cara de sorpresa, si quieres algo nuevo o diferente hay en España misma, variedades y regiones muy tradicionales aunque menos democratizadas.
¡Vamos a apoyar el talento español! La tierra que es esencia de nuestros vinos. Como dice Pedro Parra: para entender los vinos hay que entender primero la tierra de donde vienen.
Como ya manifesté en mi anterior publicación, es momento de apoyar el talento nacional, de beber y acercarnos a viñadores que ofrecen calidad y que reproducen en sus vinos la esencia de sus viñas.
España, con su geografía vinícola amplia y diversa nos pone de frente un amplio catálogo de variedades, regiones, do’s, estilos y vinos capaces de sorprender en la celebración del Día de la Madre.
Porque el futuro es mediterráneo
Brindemos y regalemos mediterráneo: garnachas, monastrell, bobal. Un Vino de Pago de la Comunidad Valenciana, la IGP Vino de Pago El Terrerazo por ejemplo.
Vinos de la bodega familiar Mustiguillo, que practica viticultura natural con mínima intervención y certificación ecológica. Nos obsequia la posibilidad de regalar un fruto de la viña en su estado más puro.
Este es un proyecto interesante que, entre otros, también ha apostado por la recuperación de variedades autóctonas. Bobal y garnacha, cultivadas en vaso, de secano, con sistemas de agricultura integrada.
Viñas de Requena
También podemos viajar hasta Requena, Valencia a la Bodega que lleva Alberto Pedrón, con su vino insignia de nombre tajante: Sentencia, y epónimo de la Bodega.
Igualmente un proyecto que ha apostado por la recuperación varietal y la vuelta a lo natural. Variedades autóctonas. Sentencia es un vino de bobal 80% y garnacha 20%. Un regalo para marcar diferencia.
Garnachas de Gredos
Si nos vamos más al interior de la península, podemos acercarnos a Madrid y regalar garnachas de Gredos con Comando G. Alguna de las propuestas innovadoras de esta bodega es ideal para regalar el Día de la Madre.
A una hora de distancia de Madrid encontramos las viñas de esta bodega de las 4G: Gredos, garnachas, granito (sus suelos) y los apellidos de los dos creadores de magia en estado líquido.
Garnachas plantadas en vaso, viticultura de secano de viejas viñas casi abandonadas. Otro proyecto joven pero certero que pone en valor las variedades autóctonas.
Vinos con perfiles austeros, bien logrados, de trago largo. Vinos que más que buscar la fruta, buscan mineralidad, tensión y filo. Desnutridos de todo maquillaje posible para poner el paisaje de relieve.
Otras opciones para el Día de la Madre
Otras opciones que tienen relación con el vino y que son muy llamativas para regalar son los libros, obviamente, nos mueve el espíritu vinalogador.
Libros, gadgets, cursos, vinos, todas opciones disfrutonas y apetecibles. En cuestión de libros hay muchos, aunque directamente relacionados con el vino e inelásticos a las tendencias destacan:
The world atlas of wine. Ya está en su octava edición y es siempre una opción ilustradora y enriquecedora de consulta sobre el vino, su historia, regiones, estilos.
La enciclopedia del vino que no debe faltar en casa de un vinalogador de culto. Una creación muy enopedagógica de Jancis Robinson y Hugh Johnson.
Otra opción, en Español, es Los nuevos viñadores, de Luis Gutierrez, catador y crítico de vinos de España, Chile y Argentina para Wine Advocate de Robert Parker.
Una mirada atenta a la historia de viñadores que han cambiado las reglas del juego, que han apostado por la calidad, por la vuelta a lo natural, por la diferenciación y por darle al viñedo español, el lugar que se merece en el escalafón de vinos de calidad.
Otro libro interesante que aúna la historia de distintos viñadores y bodegueros, en este caso no solo españoles sino internacionales, que nos lleva a la Mosela, a Pomerol, al Valle de Napa, a la Rioja, al Priorat, …, es Tras las viñas, de Josep Roca & Imma Puig.
Gadgets para Madres vinalogadoras
Para mi gusto, el rey de los gadgets vinicos es el Coravin. Un sistema para catar y beber vinos en casa sin tener que descorchar la botella.
Un regalo ideal en el Día de la Madre para poder beber distintos vinos sin tener que echarlo a perder si queremos guardar para tomar en otra ocasión.
Una vez escanciado un vino, podemos guardar en nuestra cava la botella y conservarla durante meses o años sin que el vino se estropee.
El sistema Coravin sirve el vino a través de una fina aguja de acero inoxidable que penetra el corcho, inserta un gas noble en el interior de la botella, presurizando el vino y su equivalente en la copa.
Cursos
Otra idea para regalar son los cursos de vinos, experiencias -ahora en tendencia, por medios digitales y video-catas-, o experiencias digitales con bodegas de reconocido prestigio en Francia, Italia, España y Estados Unidos.
Si el regalo es para un madre que está haciendo pinitos en el mundo del vino, está el libro de Jancis Robinson, Experto en vinos en 24 horas.
¡Feliz día de las Madre!
¿Vinalogamos?
Aquí os comparto un poema de la poeta barranquillera, tocaya mía, conocida como Meira del Mar. Una de las más significativas poetas del siglo XX en Colombia.
Alguien pasa
Alguien pasa y pregunta
por los jazmines, madre.
Y yo guardo silencio.
Las palabras no acuden
en mi ayuda, se esconden
en el fondo del pecho, por no subir vestidas
de luto hasta mi boca,
y derramarse luego
en un río de lágrimas.
No sé si tú recuerdas
los días aún tempranos
en que ibas como un ángel
por el jardín, y dabas
a los lirios y rosas
su regalo de agua,
y las hojas marchitas
recogías en esa
tu manera tan suave
de tratar a las plantas
y a los que se acercaban
a tu amistad perfecta.
Yo sí recuerdo, madre,
tu oficio de ser tierna
y fina como el aire.
Una tarde un poeta
recibió de tus manos
un jazmín que cortaste
para él. Con asombro
te miró largamente
y se llevó a los labios,
reverente, la flor.
Se me quedó en la frente
aquel momento, digo
la frente cuando debo
decir el corazón.
Y se me va llenando
de nostalgia la vida,
como un vaso colmado
de un lento vino pálido,
si alguien pasa y pregunta
por los jazmines, madre.
Meira Delmar