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Conocemos ibiza por sus festivales, por sus calas, por su arena blanca y sus aguas turquesas. Hoy vamos a conocer un poco más de su tierra sus vinos y su historia.

Arrancamos motores rumbo a las Islas Pitiusas, formadas por Ibiza y Formentera, islas encantadoras, festivas, bohemias, cálidas, donde ser feliz no es un estado de ánimo, sino que es parte de su idiosincrasia y su estilo de vida.

Recorrer la isla en barco, en bici, en moto, por mar o por tierra, es un placer inusitado. A quienes vivimos en la península nunca nos deja indiferentes. 

Es cierto, que fácilmente nos acostumbrarnos a la belleza y, muchas veces, damos por sentado ciertas delicias que embellecen nuestras vidas. Delicias que son dádivas para nuestros sentidos y que solo cuando echamos de menos, solemos apreciar. 

El verano en Ibiza

Un bonito paisaje, un buen vino, un libro, una tarde entre amigos, un baño en el mar de aguas frescas y casi cristalinas, una cena para dos con el mejor aperitivo posible: los besos; la belleza de esta isla me atrapa, me encanta y me invita a volver cada verano.

Y este verano, especial como único, con covid de por medio, no ha sido la excepción. Pero este verano, los vinos de ibiza aunque bebidos, disfrutados y exaltados, perciben el vacío de la isla, sin la presencia de apasionados del vino entre sus viñas de tierras calizas y con el preámbulo doloroso de una temporada estival sin enoturismo ni catas. 

La isla de Ibiza se encuentra ubicada en el centro oeste del mediterráneo en el paralelo treinta y nueve, compartiendo altura con las viñas del territorio griego en Europa y las de California, Columbia y Virginia en Estados Unidos.

Ibiza tiene una extensión de 540 km2 y dista unos 100 km de Mallorca y 220 km del Norte de África.

Parque Natural Ses Salines

Historia del vino en la isla

La historia vinícola de la isla data del siglo VII a.C.; época de la cual fueron halladas ánforas y restos que los fenicios utilizaron para conservar el elixir fruto de la vid.  

Según documentos conservados, expresados en el Pliego de condiciones de la Indicación Geográfica Protegida “Eivissa / Ibiza, se afirma que los principios de la viticultura establecidos en las islas fueron empleados y preconizados por las zonas próximas en la península, concretamente en territorio levantino.

La presencia de los romanos en la isla contribuyó a la mejora de la actividad vitivinícola, aportando nuevas técnicas de cultivo y mejoras en los procesos de vinificación.

La tradición vitivinícola de Ibiza perduró a lo largo de los siglos siguientes, hasta el punto que la notoriedad de sus vinos se conservaba patente en el siglo XVIII.

Se tiene testimonio de exportaciones a Francia desde la isla de Ibiza, desde el año 1968, época desde la cual data la estadística de contar con 45 hectáreas de viñedo.

El viñedo ibicenco

El viñedo ibicenco es particular y de un carácter insular en si mismo, que le confiere características organolépticas únicas y distintivas a sus vinos.

A partir de su localización en el paralelo 39, encontramos un área de viña que goza de un clima mediterráneo subtropical y seco. 

Por su propia ubicación, altitud y características edafológicas, las viñas se adaptan y desarrollan en tierras con escasa disponibilidad hídrica, obteniendo su principal recurso hídrico natural de las aguas subterráneas. 

Las lluvias más predominantes son las del periodo otoñal en contraste con las primaverales, y su precipitación media anual de tan solo 400mm. 

El suelo donde se desarrollan las viñas suelen ser en mayor parte arcilloso, de color pardo rojizo, cooperando en un espectáculo único a la con la policromía del azul turquesa de sus aguas, sus arreboles al atardecer y el veteado de su vegetación que se contonea ante los rayos de sol.

En una próxima publicación continuaremos viajando por esta isla encantadora, ecléctica y paraíso hippie.

El que quiere aprender magia, debe empezar por mirar a su alrededor”

Hippie

Continuará…

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