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Manual del buen anfitrión en estas navidades

Ahí vamos con el talón de Aquiles de todos aquellos bebedores ocasionales de vino. Principalmente en estas Navidades. Me paso la vida preguntándome, ¿por qué prefieren la cerveza? Aparte de estar buena, estar siempre fresquita en verano, la cerveza parece que dispensa de protocolos. Simplificar el vino a lo mejor sería lo ideal si queremos conquistar todos los corazones. Tal como ha hecho la prima rubia a base de cebada.

En fin. La Navidad está llegando. Y nada mejor que un buen vino para estas fechas, ¿no?. A los que se decantan por la cerveza, siento decir que no pega en Navidad. Pero bueno. No soy extremista y confieso que, en mi nevera, siempre hay cerveza para aquellos que ya han elegido sus preferencias.

Y bueno, porque también es de elegancia de buen anfitrión agradar a Griegos y Troyanos.

Con base a esta filosofía; la del buen beber, buen comer, y del buen servir, vamos a hablar aquí acerca de las elecciones de las bebidas en esta navidad. Bueno, no te engañes, de la elección del vino o de los vinos en estas fiestas.

Vamos a ello. Si la idea es elegir la bebida, ¿por qué no empezar por pensar en un par de informaciones importantes?:

1 – Burbujas

Las Burbujas son un excelente comienzo. ¿Qué mejor forma que empezar celebrando la vida? Mi filosofía es: burbujas siempre… Siempre y mejor siempre antes del postre.

En realidad el protocolo dicta que el cava no se sirve con los postres, sino durante el aperitivo. Como es una bebida seca, puede volverse amarga con los dulces, por ello no se aconseja. En los aperitivos es un buen comienzo, ya que es un vino leve y el carbónico limpia las papilas gustativas para todo lo que viene.

2- Agradar a griegos y troyanos

 Aunque tengas en tu cabeza todo un orden de vinos (burbujas, blancos, tintos, dulces) conviene siempre abrir más de una botella de diferentes tipos al mismo tiempo. Más que nada es por la regla de oro del anfitrión, la de saber agradar a aquellos invitados más especiales. Hay mucha gente que se niega a beber vino tinto. Hay gente que se niega al blanco. Hay gente que ni considera las burbujas vino. Para estos, en vez de ponerte a pelear explicando todos tus conocimientos enológicos, por qué no abrir más de una botella para que ellos mismo elijan. Puedes decir tus preferencias, pero no conviene imponerlas.

3- Maridaje y orden del vino

Así como los comensales tienen un orden, el vino también. En la comida siempre empezamos de lo más ligero a lo más contundente. Pues aplica el mismo orden para los vinos. Del más ligero al más contundente.

Si quieres solo un vino para toda la comida, un crianza, o un vino tinto joven sería lo ideal. Un reserva podría cortar el sabor de los entrantes. Los blancos podrían hacer el efecto contrario cuando se come con las carnes.

4 – La temperatura del vino

Por favor… es Navidad. Así que nada de vinos blancos helados y vinos tintos calentísimos. Lo ideal es una temperatura más fresca para los blancos pero no te pases. Y los tintos estarían bien con una temperatura de 18 grados. Si los quieres poner un poco más fríos, más o menos a 16 grados, y dejar que vayan cogiendo temperatura a lo largo de la cena también es válido.

5 – Hora del postre

En el postre busca el maridaje por dulzor o por contraste. Es decir, si te gustan lo vinos dulces no hay mejor hora para abrir aquel Oporto que lleva años en tu cava esperándote o aquel Perez o Pedro Ximenez. Si te gustan los contrastes yo suelo siempre servir postres a base de chocolate con vino tinto, en general combina muy bien.

Bueno después de esto me resta desear una buena cenar y que Vinálogueis mucho.

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