Vaya pregunta. Sé que muchos ni se lo imaginan. Pero sí. Sí que hay vino en Suiza. ¿Dónde? En Saint Saphorin, y otros sitios. Supongo que la próxima pregunta es: ¿Están buenos? Pues aquí viene la respuesta: sí, están buenísimos.
La mayoría de la gente no se lo imagina pero Suiza es una región de vinos y una de las que he descubierto estas vacaciones. Aparte de hacer un recorrido por Francia por las regiones más emblemáticas de vinos, he cruzado la frontera para ver un poco de las regiones de Suiza. Y para mi sorpresa, he visto unos de los paisajes más impresionantes de mi vida.
¿Dónde estuve?
Pues nada menos que en Saint Saphorin, un lugar muy conocido que da el nombre a su denominación de origen. Localizada en la región Vaux Lavaux, los viñedos de esta DO están plantados en vertiginosas laderas orientadas al sur, desembocando en el lago de Ginebra y con vistas a las montañas y los glaciares de fondo.
De esta forma las vides maduran buenamente, ya que la luz del sol alpino brillante se impone doblemente ya que refleja en la superficie del lago. Saint Saphorin se encuentra al oeste de Chadonne y al este de Puidoux Y Epesses, ósea en el corazón de las regiones vitivinícolas más emblemáticas de Suiza y de más larga tradición.
Terroir
La elevación y pendiente aportan mucho al “terroir” de aquí. Por un lado el lago de Ginebra ayuda a moderar las temperaturas locales, por otro las montañas y glaciares protegen de los cambios bruscos de temperatura, creando así un microclima único e idóneo para el cultivo de las cepas. En algunas partes los viñedos se elevan directamente desde la orilla del agua, subiendo hasta unos 300 metros por encima del nivel del lago, o incluso más, proporcionando una fusión de paisajes espectaculares de la naturaleza: por un lado el lago, por otro los picos alpinos y por último las pendientes de viñedos que casi se parecen a un jardín vertical.
Vendimia
Me quedé imaginando cómo sería hacer la vendimia allí. Los viñedos estaban en tan grande pendiente que no me imaginaba a la gente recogiendo uvas, subiendo y bajando. De hecho estaba en lo cierto. Aunque los viñedos estuviesen en pendiente, las espalderas eran horizontales, no verticales, por lo cual te mantenías en la misma altura a la hora de recoger la uva.
Al final de cada línea, de un lado o de otro había un carrito (muy rústico, eso sí) para que se depositasen las uvas recogidas y éste se encargaba de bajar pendiente abajo los racimos recogidos.
Uvas
Un viñedo típico de Saint Saphorin está plantado de una variedad de uva blanca que no conocía hasta llegar allí: la chasselas. La chasselas es la uva más común en Lavaux y en toda Vaud. Después de ella las más plantadas son la Pinor Noir y Gamay, utilizadas para elaboración de vinos monovarietales o juntas, en los vinos de Oeil-de-Perdrix y Salvagnin.
Los cultivos combinados de estas dos variedades rojas (Pinot y Gamay) son prácticamente iguales al cultivo de Chasselas. Sin embargo podemos encontrar otras variedades tales como Syrah y Merlot.
La DO
La industria vitivinícola de Suiza, hasta finales de los años 80, carecía de un sistema formal de denominación de origen tales como había en Francia, España o Italia. Fue a partir de ahí que crearon una estructura para designar sus vinos. Sin embargo, Suiza es un país que tiene 4 idiomas oficiales, y por ende la clasificación de sus vinos pueden tener varios nombres, dependiendo del idioma: Appellation d’Origine Controlle (AOC), Geographische Ursprungbezeichnung (GUB) y Denominazione d’Origine Controllata (DOC).
Hoy en día son más de 650 denominaciones que cubren los pueblos y viñedos de Suiza.