Ella es alegre, serena y mineral. Es un festival de frutos rojos, de monte bajo y de notas frescas y mentoladas. Ella es mencía, mi última uva antes de emprender un nuevo camino.
Hoy escribo mi último vinalogos vestida de tinta roja. Hoy es un día para agradecer, para disfrutar esta variedad tinta y decir hasta siempre. Hoy vinalogamos hacia nuevos derroteros.
La vida es en tanto caprichosa que llena de fortuna. La fortuna de cruzarnos en el camino con personas maravillosas o de aprender cada día, entre las mil y una enseñanzas que nos tatúan el alma mientras andamos.
Ese tatuaje que grabamos en nuestra piel y penetra nuestros poros en una paradoja de sensaciones cálidas y frías, alegres y melancólicas, complejas y prosaicas.
Un nuevo trazo en el lienzo de la vida
Y así, nos caemos para luego levantarnos, nos trazamos planes de vida sobre los cuales ponemos todas nuestras energías, mente y corazón.
Andamos hacia nuevas direcciones, hacia un nuevo camino por decisión y por convicción más no por imposición. ¡He ahí la forma de vivir con plenitud!
Hoy emprendo un nuevo camino que se ha abierto ante mi, a raíz de este giro inesperado del año 2020 que nos cambió la vida a todos.
He dado un giro trascendental en mi carrera profesional, he afianzados mis proyectos personales y he decidido poner un alto en el camino en este crisol de vinos y letras que tanto me ha aportado con cada sorbo disfrutado.
He decidido dejar Vinálogos. Hoy elevo un hasta siempre que pronuncio en alto, a través de estas letras, con eterna gratitud hacia quienes cada jueves me han leído, hacia mi socia y amiga Jaqueline, hacia cada aprendizaje que me han dejado estos años vinalogando.
“No son ganas, son fuerzas. Ahora necesito un tiempo y un espacio personal para seguir creciendo en todas las facetas de mi vida.”
Mi último Vinálogos es diferente, no es como los demás. Es una breve y sentida despedida acompañada de una mencía. La última variedad que catamos a ciegas Jaqueline y yo.
Esta variedad tinta originaria de España, de Castilla y León, específicamente de la región del Bierzo, también se encuentra en Galicia y entre las reconocidas mezclas de los vinos de Oporto.
Cuando se expresa en portugués, se llama jaen du dão o loureiro tinto. Esta variedad requiere cuidados y atención para expresar equilibrio en copa.
Puede generar altos niveles de alcohol, a expensas de la frescura y acidez, cuando no se controla suficientemente su momento de vendimiar y su equilibrio entre la madurez alcohólica y fenólica.
Esta variedad tinta de tierras de peregrinaje es alegórica de un nuevo camino. El que he tomado hace más de un semestre y que hoy me pide enfoque y dedicación.
Los lazos intactos ante un nuevo camino
Mi amor por el vino y por las letras permanece intacto; mi cariño sincero y los lazos de amistad seguirán forjándose con Jaqueline, sin embargo, hoy es momento de decir gracias y hasta siempre.
Os llevo en mi corazón, os tengo en mis memorias, os dedico estas palabras, una a una, escrita desde la esencia de mi intenciones y recuerdos, en clave de vinos, letras y pasión.
En este nuevo camino de vida habrá tiempo para vinalogar, para seguir disfrutando del vino, de las lecturas, de las catas en clave literaria, de la alegría de vivir…
¡Todo en la vida tiene su tiempo y su momento! No tengo duda que volverá el momento para vinalogar durante horas que se hagan eternas.
No obstante, a partir de ahora continuareis caminando con la syrah, con mi amiga y nueva integrante del universo del WSET.
Otra apasionada del mundo de vino, de las letras, de Kundera, de la vida.
Gracias y como siempre, ¡Salud!