Semana pasada fui con mi grupo de sommeliers de la Cámara del Comercio a visitar Dehesa de Luna, una bodega localizada en La Roda, Albacete. La idea era realizar nuestro primer viaje del curso, ver de cerca una bodega con viñedo y aprender de primera mano de expertos tanto en viticultura como enología.
Dehesa de Luna, Finca Reserva de Biodiversidad, es una bodega en su mayor parte habitado por águilas imperiales, avutardas, perdices rojas y azores. Con más de 3000 ha de extensión, la finca solo decía 64 de ellas al cultivo ecológico de la vid.
La visita
La visita fue guiada por Jos´´e Luis Asenjo y Juan Ramón Lissarrague. Ambos nos enseñaron las labores del campo, desde la poda hasta la vendimia, cómo la hacen, a parte de aclarar dudas de todos nosotros acerca de los injertos, híbridos, clones y hasta las partes de la vid. Por último Juan Ramón también nos guio por la bodega y nos explicó acerca de la elaboración de sus vinos. También nos aclaró muchas dudas acerca de enología.
El viñedo se puede apreciar el uso de cubiertas vegetales, sistemas de conducción y un sistema de riego a goteo para racionalizar el agua. De esta forma lo que intentan es minimizar el impacto medioambiental, por medio de un equilibrio del ecosistema.
Dehesa de Luna y sus uvas
Dehesa de Luna se dedica a la viticultura sostenible. Allí se cultiva la tempranillo, la cabernet sauvignon, la graciano, la syrah, la garnacha blanca y la garnacha tintorera. Pero también nos enseñaron cultivo de viognier y otras cepas.
La cata
Después de una extensa visita por el viñedo nos llevaron a la zona de degustación. Estuvimos catando vinos directos de los tanques para analizar la evolución de ellos desde un principio que estuvieron en las cubas hasta ahora. Después tramaos también de evaluar cuanto tiempo más necesitan de crianza. Hicimos pequeños debates sobre qué deberíamos hacer con el vino que probábamos y la verdad es que estuvo muy interesante.
Comida en Dehesa de Luna
Terminamos con un maravilloso gazpacho manchego en lo cual finalmente pasamos a catar los vinos ya embotellados. En este momento ya estábamos con ganas de comprar vinos y llevar los mejores ejemplares con nosotros. Acabamos comprando un maravilloso cabernet sauvignon en primicia.
Bodega
La visita finalizó con una breve visita en bodega donde hemos visto cómo elaboraban sus vinos y también pasamos a la sala del parque de barricas. Todo estuvo genial y acabamos volviendo a Madrid 30 minutos tarde del previsto. Pero super recomiendo una visita allí y no dejéis de comprar la super cabernet que tienen.
¡Chinchín!