Cuando hablamos acerca de los vinos, de las regiones de vinos, creo que es imposible no pensar en las regiones emblemáticas que dan fama a todo este mundillo que hablamos hoy en día. En Portugal, nuestra mirada se vuelca al Alentejo y Oporto. España tiene a Rioja o a Ribera del Duero. Italia es conocida por Piamonte y la Toscana. Francia, país vitivinicola por excelencia tiene fama por las regiones de Burdeos, Borgoña y, claro, Champagne.
Dentro de todo aquello que conocemos, difícil no pensar en Champagne como un vino más que una región. Y es que uno ha dado el nombre al otro. ¡Embarquemos en este viaje!
Mi experiencia
Francia siempre fue un país que me llamó especial atención cuanto a su producción de vinos y sus regiones. Viajar allí era un sueño que tenía, principalmente si este viaje fuera hecho en coche. Viviendo en Madrid, era relativamente fácil ir a Burdeos, cosa que ya lo he hecho también. Pero cruzar Francia, conocer esta zona, era algo de cierta forma que no podía ser hecho a la ligera, cogiéndose cualquier puente.
Pase unos meses programando este viaje. La idea era volar a Bélgica y de allí coger un coche y bajar a Francia recogiendo toda la región de Champagne, Borgoña y Côtes du Rhône. Y así lo hice. Cogí el coche en Bruselas y bajé hacia Reims a conocer un poco más sobre las Ardenas, su historia y sobre el método champenoise que dio nombre a la bebida más feliz del mundo. ¿O acaso has visto una botella de champagne abierta sin un motivo para celebrar?
Reims
Reims, con más o menos 180.000 habitantes, es la ciudad más antigua de la región. Es una ciudad clave para quien le gustan los paisajes. Al sur y al oeste de ella, donde se eleva la Montaña de Reims, es dónde empezamos a ver los viñedos que enmarcan el paisaje de la región.
Reims, como ciudad, ya tuvo su importancia mucho antes del Champagne ser inventado. Fundada hace más de 2000 años por los romanos, Reims ocupa un lugar importante en la historia del país desde hace 15 siglos. En la navidad de 498, el obispo de la ciudad bautizó allí el rey de los francos Clodoveo I. Y por cuenta de este hecho, el pueblo fue electo como sede de la coronación de los reyes de Francia.
Vale muchi la pena visitar la Catedral de Notre Dame, una obra maestra del arte gótico. También la basílica de Saint Remi, fundada en el siglo VI, y el palacio de Tau, residencia de los arzobispos de allí. La elegancia de la ciudad no reside solo en el pasado sino por los caminos que vienen enmarcando su presente y sus grande perspectiva futura en torno del Champagne. Se pude comprobar esto, viendo los nombres de las grandes maisons que tienen su sede en Reims: Pommery, Mumm, Lanson, Louis Roederer y la famosa Ruinart, la maison de champgne más antigua fundada en 1729.
Éperney
El pequeño pueblo de Éperney gira en torno del enoturismo y de la viticultura. Digamos que es la ciudad que puede competir por el puesto de capital de champgne junto a Reims. La ciudad está cercada por viñedos, el pueblo cuenta con un centro historico muy bonito arquitectonicamnete. La Avenue de Champagne es una centrica avenida en que se encuntran grandes maisons del Champgne, entre ellos el muy conocido Möet & Chandon, Perrier -Jouët y Pol Roger.
La ciudad no tiene más que bodegas para visitar, champgne para degustar y botellas para comprar. Dice la leyenda que existen cerca de 200 millones de botellas en el subsuelo de la ciudad. Aun así, Éperney es un sitio emblemático para conocer la historia de esta bebida, y de cómo adquirió fama y estatus.
Champagne
Para quien conoce un poco de historia sabe que esta región fue destruida en la Segunda Guerra Mundial por el ejército Alemán. Champagne es lo que es, hoy en día, tras un gran trabajo de recuperación de sus viñas y tierras.
Su vino, , se elabora a partir del coupage de las uvas chardonnay, pinot meunier, pinot noir, pinot gris, arbanne y petit meslier. Dice la legislación, que un champagne puede ser hecho de hasta 3 mezclas de añadas diferentes.
Los Champagnes elaborados a partir de la uva Chardonnay son reconocidos como Blanc de Blancs. Los elaborados con las uvas Pinot Noir o Pinot Meunier, cepas tintas, son reconocidos como Blanc de Noirs.
En Epernéy, cada visita a las Bodegas es una clase práctica de elaboración del vino. Y mismo sin visitarlas, vale la pena el viaje solo por los paisajes. Cruzar en coche las carreteras comarcales de Francia en esta región es un sueño. Se puede ver viñas por todos los lados. He parado no sé cuantas veces a sacar fotos del paisaje.
Troyes
De Epernéy bajé a Troyes, la ciudad más mona y pintoresca de las 3. Troyes tiene forma de una corcho de champagne. Su arquitectura con calles estrechas, construcciones rústicas, iglesias con bonitos vitrales son legado de una de las corrientes artísticas más importantes de la ciudad: la Escuela de Troyes. Creo que de las 3 ciudades que he estado, la que menos he notado turismo enológico.
Para hacer un turismo como se debe, catando y conociendo los secretos de la región, sugiero una semana por allí. Aunque he estado menos tiempo, he sentido que mi paseo se quedó corto. Me gustaria haber conocido la región más a fondo y probar más su producto estrella.
A los amantes de las burbujas, recomiendo también asistir el documental “Un Año en Champagne”, disponible en Netflix, antes de irse. Así conocerás de antemano todo el proceso champanoise y las bodegas más emblemáticas de la región.
Un Año en Champagne es un buen empiezo para documentarse antes de aventurarse por la región.
On y va!