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Mosela: enoturismo sobre ruedas (Parte I)

Hace unas semanas, he estado viajando en bicicleta por la Mosela. Un viaje emocionante que no puedo dejar de contar en detalles cómo fue. Nada menos que más de 400 km bordeando el río, ida y vuelta. Ocho días de pura aventura, enoturismo, catando los mejores ejemplares que la Mosela tiene para ofrecer.

Sí, la Mosela es maravillosa. Estar allí fue una experiencia inolvidable. Así que prepárate una buena copa de riesling y embarque conmigo en esta aventura… con todo tipo de desafíos pero todo dignos de ser contados.

Mosela
Mosela sobre ruedas

Donde empieza la aventura

La Mosela de que os hablo empieza en Coblenza, justo en donde se cruzan los ríos Rhin y Mosela. Ahí consideramos nuestro punto de partida. Cogí un tren hasta Coblenza, y de ahí alquilé una bicicleta para hacer el recorrido que venía planeando todo agosto: subir el río Mosela hasta la frontera con Luxemburgo y volver por el otro lado del río hasta retornar a Coblenza.

Enoturismo sobre ruedas: la mochila

Pues he preparado de todo en pequeñas cantidades. Ropa interior y calcetines suficientes para 8 días. Tres camisetas, dos shorts y unas legings por si hacía frío. Un chubasquero para los días de lluvia, protector solar, toalla de baño, higiene personal y kit primeros socorros. La mochila al final no te conviene que pese más que 5 kg si no llevas una bici eléctrica. Como no era mi primera viaje en bicicleta ni la primera vez que me voy por aquí cargando mi propio equipaje, sé cómo andar ligera de equipaje. Al final lo que más pesa es el móvil, y los cargadores que tu ropa. Siempre conviene llevar frutas y fruto seco para el viaje… así que conviene siempre dejar espacio en la mochila /alforjas para estas cosas.

Mosela
Enoturismo sobre ruedas

Enoturismo sobre ruedas: el recorrido

Fueron 8 días de recorrido: Coblenza – Cochem – Graach – Piesport – Treveris – Minheim – Burg an der Mosel – Klotten – Coblenza. Una media de 50 km por día, aunque hubo día que hicimos 80 km. Sin contar las paradas y los desvíos hacia las bodegas. Muy importante: todo esto viaje fue hecho con el objetivo de visitar bodegas y probar la mayor cantidad de rieslings posibles. ¡Objetivo logrado!

Enoturismo sobre ruedas: Terroir y clima (del viaje)

Pedalear al lado del rio tiene sus ventajas y desventajas. La ventaja es que el desnivel no es grande. Los peores días hicimos 70 metros de altitud, lo que no significa nada para una persona en forma. Sin embargo, pedalear al lado del río, significa o ir contra corriente o ir hacia la corriente.

Pues hete aquí mi inocencia. Había hecho el recorrido desde Coblenza, hasta Tréveris pensando que iba a tener el viento en mi espalda todo el rato. Ledo engaño. Comencé mi viaje subiendo cuestas y contra el viento.

Mosela
Cochem

Eso sí, rodeada de viñedos por todos los lados. A lo largo del Mosela entre Perl y Coblenza, en el Sarre entre Serrig y Konz y en el Ruwer entre Riveris y el distrito de Trier de Ruwer, unos 5.000 viticultores cultivan un total de 8.744 hectáreas en 125 ciudades vinícolas. Esto es a menudo bajo condiciones extremadamente difíciles ya que en ningún lugar del mundo hay más viñedos escarpados que en la quinta región vinícola más grande de Alemania. Hoy en día la mitad de los viñedos se encuentran en terrenos empinados y en terrazas con una inclinación de más de 30 grados, algunos plantados en una asombrosa pendiente de 70 grados.

¿Te has quedado con ganas?

Semana que viene os cuento trayecto por trayecto de este recorrido, y las bodegas que he parado.

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