Altas colinas, paisajes exuberantes, viñedos paradisíacos, atravesados nada menos que por dos ríos formidables. No es exagero al decir que la Ribeira Sacra es para Galicia, lo que Douro es para Portugal: en paisajes, en patrimonio, en viñedos y en la calidad de sus vinos.
Hablamos de un paisaje cultural abrumador, con bancales labrados por los romanos y muy posiblemente cuidados por los monjes de una veintena de monasterios que se encuentran en los valles del Sil y del Miño.
Ribeira Sacra es para Galicia, lo que Douro es para Portugal
Si por un lado, al otro lado de la frontera todo son realidades, de este lado, el futuro se va construyendo a cada día. La región del Douro es una de las regiones demarcadas más antiguas de Europa. Declarada Patrimonio de la Humanidad, su complejo turístico, rutas del vino bien organizadas, y el prestigio de sus marcas y de la propia D.O. hacen que todo fluya de forma más afable.
Por otro lado, no muy lejos del Douro, apenas un par de horas en coche, está esta otra Denominación de Origen, menos conocida pero no por ello peor. La Ribera Sacra fue un regalo precioso que los viticultores locales han dado a Galicia.
La D.O más joven de Galicia
Fundada en 1996, la Ribeira Sacra es la denominación de origen más joven de la CA, y una de las más jóvenes de España. A pesar del aumento de nuevas bodegas de diseño que van ocupando estas laderas y de los muchos carteles que indican su ruta, aventurarse a negocios allí podría considerarse cosa de héroes o de locos románticos enamorados de Galicia.
Estamos hablando de viñedos de escasos tamaño, difíciles de agrupar, plantados en pendientes tan escarpadas que solo se puede cuidar a base de trabajos manuales. Et voilà!, aquí yace uno de los motivos que más aprecio de esta D.O. y de los vinos que busco; un vino que representa lo más bonito y duro del trabajo en el viñedo y un cuidado manual importante que más tarde se trasladará a la botella. Beber un Ribeira Sacra es beber el trabajo de muchos agricultores que se han dedicado a diario al cultivo de estas uvas.
Este trabajo, unido a una uva tan rica y tánica como la mencía está provocando la resurrección de un escenario de amor al vino, pero que los abades colonizadores están siendo dejados de lado por grandes bodegueros.
Por un lado es una pena, por otro es una dádiva. Quizás lleguemos a un término medio en que ambos agricultores puedan cohabitar en un mismo espacio, compartir prácticas y el amor por esta región tan singular de España.
El vino y su paisaje
La historia de la región y de sus vides es bastante controvertida. Como todos los hechos históricos pocos documentados, la construcción de la historia queda relegada a los más expertos, que con sus conocimientos y las evidencias de la tierra, de los restos arqueológicos, consiguen poner fechas y rellenar las lagunas faltantes.
Se acredita que fueron los legionarios romanos que enterraron en estas laderas boscosas, las primeras vides como forma de evocar, revivir, o recordar el sitio del que procedían. Como he dicho, hay quien pone en duda esta versión, a pesar de los testimonios arqueológicos. Estos, conceden a benitos y bernardos el mérito de la colonización vinatera. No en vano el área llegó a acoger a numerosas comunidades claustrales, que entre padrenuestros y azada fueron poco a poco ampliando el patrimonio monástico y dando forma al paisaje que conocemos hoy en día.
Lo cierto es que el esfuerzo de los antepasados ha contribuido sustancialmente al patrimonio que la región posee. Hablo de iglesias románicas y barrocas, pazos parroquiales, arquitectura popular, que solo añade brillo a este paisaje natural cortado por cañones del Sil y del Miño, ríos embalsados y bordeados con barrancos cubiertos de robles, castaño y, claro, viñedos.
Extensión de la Ribeira Sacra
La demarcación de la D.O. se extiende por las riberas del Sil y del Miño, a través de 20 municipios de Lugo y Ourense. Su extensión es mínima, apenas 2500 ha, lo que corresponde a solamente el 5,2% del viñedo gallego.
Si hacemos un recorrido por la DO, está circunscrita a un valle, que aparece dividido en cinco subzonas tradicionales con sus particulares características. Son estas:
- Amandi
- Chantada
- Quiroga-Bibei
- Ribeiras do Miño
- Ribeiras do Sil
Variedades
Entre las variedades aceptadas podemos distinguir entre las preferentes y las autorizadas. El consejo Regulador dispone el siguiente listado en su página web:
- Blancas preferentes: Godello, Loureira, Treixadura, Dona Branca, Albariño, Torrontés, Branco Lexítimo y Caiño Branco
- Tintas preferentes: Mencía, Brancellao, Merenzao, Sousón, Caiño Tinto, Caiño Longo y Caiño Bravo
- Tintas autorizadas: Garnacha Tintorera, Mouratón, Tempranillo y Gran Negro
Nomenclatura de la D.O. Ribeira Sacra
El Consejo Regulador establece 2 tipos de nomenclaturas en su reglamento. Por un lado están los “Ribeira Sacra” a seco, que son los vinos tintos elaborados con un mínimo de 70% con las variedades preferentes.
Por otro, están los “Ribeira Sacra Summum”, que pueden ser tanto un vino blanco elaborados con variedades preferentes, o un tinto monovarietal, siendo éste elaborado con 85% de una de las variedades preferentes, de las cuales 60% debe ser mencía.
Cierto es que los monovarietales de godello, albariño y mencía son los más demandados y apreciados por los entendidos. También los que más alegrías y premios vienen consiguiendo para la D.O.
El amor por la tierra
El triunfo de la región, de sus vinos y de la propia D.O. se debe a muchos factores. Uno de ellos fue el éxito y la explosión de los mencías, que ha hecho que esta zona productora levantara vuelo rápidamente, dejando a muchos escépticos, que apostaban que el vino era apenas un accesorio turístico a la región, boquiabiertos.
El segundo motivo, y el que más me ilusiona, fue el amor al terruño y el trabajo artesanal realizado por muchos agricultores locales, que hicieron que en menos de una década se hayan podido recuperar hectáreas de viñas que fueron abandonadas.
Hoy por hoy, en la Ribeira Sacra se están construyendo bodegas más modernas y con tecnología puntera, pero sin perder la identidad y la esencia de esta zona. Allí, vanguardia e historia se unen, y aúnan fuerzas para seguir construyendo una historia tan apasionante como ésta en el futuro.