Hoy, 1 de agosto, se celebra el Día Internacional del Albariño, referente mundial de la DOP Rías Baixas, por tanto quiero dedicarle esta publicación.
La DOP Rías Baixas hace parte de las cinco existentes en territorio gallego, caracterizado por ese icónico paisaje que representa la España verde.
A pesar de que dentro del territorio de la DOP hay doce variedades autorizadas para la vinificación, la variedad albariño tiene una importancia cardinal.
Muestra de esto es que al cierre del año 2018, el 97% de la oferta comercial recayó sobre esta variedad.
Los albores de la DOP Rías Baixas
La zona delimitada para esta DOP cuenta con una riqueza de varietales indígenas, que se han cultivado y adaptado a las condiciones climáticas y edafológicas de la región, aunque poco a poco fueron desplazadas por la capitanía del albariño, quedando subordinadas a su rutilancia.
Si bien el cultivo de la vid es de tradición milenaria, la DOP no obtuvo tal status hasta el año 1988, gracias al esfuerzo y ahínco de algunas bodegas que fueron determinantes para el auge y éxito actual.
Inicialmente la DOP solo comprendía las subzonas de Val do Salnés, Condado do Tea y O Rosal; luego, en los años 1996 y 2000, se añadieron las subzonas Soutomaior y Ribera do Ulla, respectivamente.
La mayor cantidad de cultivo de la vid se encuentra en la provincia de Pontevedra, también sede de su Consejo Regulador, y en una menor proporción en A Coruña.
Los sabores de las Rías Baixas
Las Rías Baixas saben a mar, a paisajes naturales, a cultura, a vino, a patrimonio. Un territorio rico en mariscos con un socio líquido capaz de enaltecer una experiencia gastronómica y de hechizar los sentidos.
Sobre la parte más occidental de Galicia se encuentran las Rías Baixas, adornadas por bellos paisajes de viñedos bañados por la salinidad del Atlántico, acariciadas por los vientos del norte y acompañadas de valles de interior.
Calidad y calidez de su gente que vive del vino, en una tierra con alta fragmentación de viñedo, al más puro estilo borgoñón.
Es la DOP Gallega con mayor influencia atlántica aunque con diversos matices, según la subzona de cultivo.
Altas pluviometrías que permiten a sus vides conservar la acidez natural y el equilibrio fenólico, traducido en una rica paleta aromática capaz de expresarse en vinos complejos y con alto potencial de guarda.
Albariño: paradigma del blanco más versátil
El albariño es el paradigma del blanco más versátil. Una variedad capaz de expresar la singularidad del terroir del cual se nutre. Si bien se expresa mejor a partir de su tercer año en botella, es totalmente agradable cuando es joven.
Bajo el amparo de la DOP Rías Baixas podemos encontrar vinos blancos y tintos tranquilos, así como espumosos, cada uno con sus características propias.
Por ejemplo, un vino etiquetado como Rías Baixas Albariño debe elaborarse 100% con Albariño dentro del territorio de la DOP y cuando sean plurivarietales se etiquetarán solo como Rías Baixas.
Las DOP Rías Baixas de cada subzona deben llevar un 70% mínimo de la variedad albariño y el porcentaje restante puede complementarse con las variedades autorizadas para cada subzona, entre las que destacan la treixadura, la loureira y el caíño blanco.
Los tintos que representan un 1% de la producción actual pueden elaborarse con variedades autorizadas, como la espadeiro con su virtud rústica, hipnótica y sensual. Una variedad con nervio y buena acidez. Así como, con las variedades loureiro, brancellao, caíño tinto y mencía.
La DOP Rías Baixas en cifras
4.045 hectáreas repartidas en 21.844 parcelas y 5.201 viticultores. A la fecha coexisten 182 bodegas inscritas que han duplicado sus exportaciones en esta última década.
Las ventas en 2018 alcanzaron los 25 millones de litros de vino, de los cuales más de 7 millones fueron exportados. Los principales mercados internacionales, en orden de importancia, se distribuyen entre Estados Unidos, Reino Unido y países LATAM.
Para este 2019, se prevé un adelanto fenólico de 10 a 12 días, que pronostica los inicios de vendimia para principios del mes de septiembre, así que estad atentos para poder vivir de cerca esta época estival.
Yo ya tengo todo a punto para iniciar mis vacaciones de verano y maridar experiencias con un blanco aromático o con un tinto mineral y refrescante de esta DOP.
Rías Baixas y sus infinitas posibilidades
Podemos pasar de un cremoso y delicado vino de la subzona de O Rosal a una versión más terrosa y mineral del Condado do Tea. El punto en común es que si bien podemos maridarlos con marisco, pescado o una carne blanca, también nos van a permitir maridarlos con una tertulia o con un momento de regocijo.
Animaros a visitar el territorio de la DOP Rías Baixas, tierra de pazos, faros, miradores, potencia gastronómica, donde el mar es la esencia de la zona y el vino es un producto enraizado en su cultura y modo de vida.
Vinos de tertulia, con elaboraciones sobre lías, con fermentación o crianza en barrica, jóvenes, monovarietales o blends. Rías Baixas es sinónimo de júbilo, de vinos a veces sensibles, otras veces voluptuosos. Una denominación que aúna arraigo e innovación y que busca continuamente mantener sus estándares altos con miras a un espíritu Kaizen.
Os invito a seguir descubriendo la zona a través de proyectos pioneros y microproyectos disruptores que apuesten por vinificaciones con mínima intervención donde la viña sea capaz de hablaros en la copa.
¿Queréis vinalogar?
Echad un vistazo a las propuestas de Alberto Nanclares y Silvia Prieto, como Cinerea o Paraje Mina que buscan mineralidad y frescura; el micropoyecto de Manuel Moldes con sus viñas viejas, de la Bodega Forjas del Salnés, el Goliardo Espadeiro y de la Bodega Albamar, Albamar O Esteiro que es una letanía a la fruta. Vino gastronómico y refrescante.
¡Salud!